15 de marzo de 2015

"Leer Lolita en Teherán", de Azar Nafisi

Leer Lolita en Teheran Azar Nafisi
FICHA TÉCNICA:
Género: Narrativa
Traducción: Mª Luz García
Editorial: Quinteto

SINOPSIS:
Una vez por semana y durante más de dos años, Azar Nafisi, una profesora de literatura de la Universidad de Teherán expedientada por negarse a llevar el velo, reunió en su casa a siete de sus alumnas para leer y comentar algunas de las novelas occidentales prohibidas por el régimen de los ayatolás. Poco a poco, superada la timidez inicial, las jóvenes estudiantes empezaron a expresarse con libertad, no sólo sobre las novelas de Jane Austen, Henry James, F. Scott Fitzgerald y Nabokov sino sobre sí mismas, sus sueños y frustraciones. En aquellos libros habían encontrado una alternativa valiente a la tiranía ideológica a la que estaban sometidas y la adoptaron como un desafío.

OPINIÓN:
Esta lectura me ha encantado. Se trata de una obra que versa sobre literatura, especialmente acerca de la imaginación y el universo ilimitado de la ficción. Las protagonistas del texto de Nafisi son reales, si bien aparecen con nombres falsos por su seguridad, son chicas jóvenes que viven en un país opresor y que descubren a través de la vida de personajes ficticios otra manera de ver el mundo que les envuelve, interpretan su realidad en relación a lo que leen y se construyen un refugio propio.
Estamos en los años 80, hasta mediados de los 90, Irán se ha convertido en una República Islámica, después de que el Sha renunciara al poder. Con el nuevo gobierno se constituye otro Estado y otra ley en base a cimientos del pasado, los derechos civiles se ven en retroceso (censura en libros, películas, la obligación de portar el velo para las mujeres, formas de comportamiento naturales, como reír, bailar o estrechar la mano y verse junto a alguien del sexo opuesto que no sea un familiar, están prohibidas).
Nafisi fue en esos tiempos profesora de literatura inglesa en diversas universidades iraníes, hasta que decidió renunciar y montar su propio seminario con varias alumnas escogidas. Su vida y la de estas alumnas, cada cual con sus creencias y sus situaciones familiares diferentes, sus dudas y temores son desvelados a la largo de los capítulos que conforman el libro.
Sus experiencias vitales, invadidas sistemáticamente por el gobierno islámico, crecen a partir del análisis literario, sueñan, se identifican o discrepan por personajes que muestran la complejidad y contradicciones del ser humano.
Son muchos los recuerdos y reflexiones que Nafisi reúne en este libro, todas aprenden de las demás y también de los hombres que les rodean. Más que un relato lineal es un compendio, algo desordenado pero efectivo, de conocimiento y experiencia. Prueba de ello es que cada una de las cinco partes del libro está designada a un autor o autora en concreto. En la primera parte, por ejemplo, se da énfasis a las obras de Nabokov en relación a la opresión y el robo de identidad individual potenciado por el régimen. En la segunda se trata la obra de Fitzgerald, donde merecen particular mención los capítulos en los que se relata el juicio entorno a la esencia de El gran Gatsby. Me gustó muchísimo y me pareció interesante conocer los diferentes puntos de vista de estudiantes más cercanos a la ideología del gobierno islámico frente a otros que, al margen de prejuicios y lo ya establecido, se esforzaban por valorar a los personajes y sus propósitos en conjunto.
La tercera parte habla de Henry James y algunos de sus personajes femeninos más significativos. Por último, le toca el turno a Jane Austen y su obra, ligada a temas como el matrimonio y la libre elección. Además hace referencia de otros intelectuales y escritores, no menos queridos, Bellow, Hammett, Christie…
A riesgo de repetirme, creo que se ve, con lo que me he extendido, que me ha gustado. Pues sí, y mucho. Siempre he pensado que en sus escritos, los autores y autoras dejan un rastro de su personalidad o del mundo en que viven, como lo ven o lo sienten. Así se comunican con quienes les leen y así lo hicieron con “las chicas” de Azar Nafisi.
Para terminar, me viene a la mente la cita de André Maurois que dice: La lectura de un buen libro es un diálogo incesante en que el libro habla y el alma contesta
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Dolors Martínez

2 comentarios:

  1. Lo tengo en casa desde hace años pero todavía no le he dado una oportunidad. Con tu reseña lo tendré más en cuenta. Besos.

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